La primera visita a la consulta ginecológica puede generar muchas dudas y temores. Con este artículo pretendemos darte toda la información para que acudas a tu primera revisión ginecológica sin nervios y con toda seguridad.
Nuestra primera recomendación, antes de que llegue el día de la cita, es que anotes todas las dudas y preocupaciones que tengas sobre tu salud íntima. Es muy común que con los nervios de la primera revisión, se olvide preguntar esas cuestiones que nos preocupan especialmente… Cualquier duda que tengas es importante, y tu ginecóloga estará encantada de responder a ellas.
La primera consulta ginecológica empezará con una pequeña entrevista y se pretende crear el historial médico de la paciente. En ella es muy importante la sinceridad y tener claro que el ginecólogo o ginecóloga es un profesional que no esta ahí para juzgarte, sino para cuidar de tu salud y debe tener toda la información posible. Se suelen realizar preguntas generales: alergias, enfermedades graves, operaciones, y las enfermedades más relevantes de tus familiares. Respecto a la salud íntima, se suelen realizar las siguientes preguntas.
- Cuestiones relativas a la menstruación: edad de la primera regla, fecha de la última, cuanto suelen durar los ciclos de la paciente (es decir, cuantos días pasan entre una menstruación y la siguiente), si son escasas o abundantes, cuantos días duran, que método higiénico se utiliza (compresa, tampones, copa menstrual..)
- Si se mantienen relaciones sexuales o se han tenido con anterioridad.
- Si han habido embarazos o abortos anteriores, y todo lo relativo a ellos.
Después de crear el historial médico de la paciente, se inician las pruebas de la revisión ginecológica que son las siguientes:
- Se observa de manera externa los genitales para descartar que haya inflamación o presencia de otras lesiones y se lleva a cabo una palpación manual.
- Citología o prueba de Papanicolau. Esta prueba ofrece información muy valiosa de la salud íntima de la mujer. Con el espéculo, se separan suavemente las paredes vaginales para obtener una pequeña muestra del cuello del útero. Esta muestra tiene células que se observaran en el laboratorio para detectar posibles lesiones premalignas y maliganas, la presencia de infecciones, bacterias o virus.
- Ecografía. Se realiza una ecografía, normalmente transvaginal, para valorar de manera óptimas los órganos pélvicos. Si quieres más información sobre este tipo de ecografías, te recomendamos que visites nuestra página sobre las revisiones ginecológicas.
- Exploración de las glándulas mamarias para confirmar la ausencia de molestias y alteraciones.
Por último, terminamos este artículo con nuestra firme recomendación de que se realicen revisiones ginecológicas anuales para una correcta salud íntima. Si quieres más información, te invitamos a que te pongas en contacto con la consulta de la Doctora Bernabeu.