La lactancia materna es la mejor opción para alimentar a tu bebé durante los primeros meses de su vida. Es un alimento completo y aporta al bebé todos los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse; y además tiene efectos positivos demostrados tanto sobre la salud del recién nacido como de la madre.

En el post de hoy, queremos dar algunas indicaciones básicas sobre la frecuencia y duración de las tomas para que la lactancia sea exitosa.

A demanda.

La lactancia “a demanda” no significa otra cosa que poner el bebé al pecho siempre que así lo reclame. Aunque más adelante el bebé seguirá mínimamente un horario, esto no será así en las primeras semanas de vida. Si el bebé es muy tranquilo y dormilón, es recomendable despertarlo cada 3-4 horas para ofrecerle el pecho.

Atentos a las señales.

El bebé empieza a reclamar el alimento de manera sutil y va subiendo la intensidad de la demanda. Al principio, puede que abra y cierre la boca repetidas veces, gire la cabeza hacia los lados, saque la lengua, se chupe los labios, succione los puños… hasta que finalmente se inicie el llanto. El llanto aparece después de reclamar el alimento sin ser atendido, y ese nerviosismo puede dificultar el agarre el pecho. Por eso, es importante poner el bebé al pecho en las primeras señales para que la toma se inicie con calma.

Olvidar el reloj.

La duración de las tomas es variable y viene determinada por la respuesta del recién nacido, no por el reloj. Al principio pueden necesitar más tiempo en cada pecho y posteriormente un período más corto puede ser suficiente. Cada bebé es diferente.

Vaciar el pecho.

La composición de la leche varía según el momento de la toma. La concentración de grasa es mucho más alta al final de la toma que al principio, por lo que es importante que el bebé vacíe completamente un pecho antes de ofrecerle el otro. Hay niños que quedan satisfechos tomando solo de un pecho. Si se consigue que tomen leche más rica en grasas, quedarán más saciados y se podrán espaciar las tomas.

Pechos alternos.

Siempre inicia las tomas por pechos alternos. Es decir, si has terminado la toma con el pecho izquierdo, la siguiente toma empieza con el derecho y así sucesivamente. Muchos sujetadores de lactancia llevan un pequeño lazo que se engancharía en un tirante o en el otro, para ayudar a la mamá a recordar de que pecho ha tomado el bebé en la última toma.

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