La ecografía que se realiza en las 12 semanas de embarazo es muy importante tanto para la madre como para el feto. Junto con la ecografía de las 20 semanas, es una de las pruebas diagnósticas que más preocupación generan en la mujer embarazada. Se realiza en la semana 12, ya que el feto es lo suficientemente grande para apreciar el desarrollo y detectar la presencia de anomalías. En el post de hoy, os vamos a indicar cuáles son los parámetros en los que incide esta ecografía.
Principales aportaciones de la ecografía de las 12 semanas:
- Si no se han realizado ecografías anteriores, se determinará el número de fetos que hay en la gestación.
- Conocer la posición que el feto ocupa en el útero.
- Comprobar la frecuencia de los latidos cardiacos.
- Comprobar la formación del feto. Se procede a su medición para verificar que concuerda con las semanas de gestación, presencia de las cuatro extremidades, ubicación de los órganos internos en su lugar correcto, osificación del hueso craneal, etc.
- Medición del pliegue nucal o translucencia nucal. Se observa la acumulación del líquido que aparece en el cuello del feto. Una acumulación elevada en función de las semanas de embarazo supone un signo de alerta para seguir investigando la posibilidad de un Síndrome de Down y otras alteraciones.
- Existencia del hueso nasal. La no presencia del hueso nasal junto con la prueba anterior de la medición del pliegue nucal, es un signo de alteración cromosómica.
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