La citología ginecológica es una prueba muy rutinaria que se incluye dentro de las revisiones ginecológicas. En el post de hoy  nuestro objetivo es aclarar varias cuestiones alrededor de esta prueba y recordaros la importancia que tiene para la prevención de enfermedades. ¿Empezamos?

Como ya hemos dicho la citología ginecológica o prueba de Papanicolau es una de las pruebas más importantes dentro de las revisiones y también como prueba diagnóstica preventiva.  Es una técnica sencilla cuyo procedimiento es el siguiente:

Con el espéculo, se separan suavemente las paredes vaginales para que se pueda obtener una pequeña muestra del cuello del útero que posteriormente se traslada al laboratorio para su análisis.

La principal función de la citología es facilitar el diagnóstico de las lesiones precursoras del cáncer de cérvix, así como de infecciones, bacterias, virus…. En algunos casos, también se utiliza para llevar a cabo un diagnóstico hormonal.

Los resultados se pueden clasificar como negativos, normales o satisfactorios o positivos o anormales. Los resultados negativos nos dicen que no se han encontrado células anormales y los resultados han sido buenos, es decir, no parece existir ninguna patología a tratar. Por otro lado, si los resultados son positivos quiere decir que se han encontrado células anormales que advierten de la presencia de lesiones, lesiones precancerígenas o infecciones vaginales.

La frecuencia a la que se debe realizar esta prueba dependerá de las características y el historial de cada mujer, aunque la recomendación básica y más extendida es realizarla junto con el resto de la revisión ginecológica, una vez al año.

Como ya hemos dicho, es una prueba sencilla que no necesita una preparación previa, pero si que es recomendable seguir las siguientes indicaciones:

– Haber finalizado la regla entre 3 y 4 días antes de la prueba.

– Abstenerse de tener relaciones sexuales con penetración 48 horas antes de la cita.

– Lavarse externamente de forma habitual con agua y jabón, pero no hacerse lavados internos.

– No usar tratamientos tópicos entre 5 y 7 días antes de la prueba (óvulos, espermicidas, cremas vaginales…)

Teniendo ya esta conocimiento general, a continuación respondemos a las preguntas más frecuentes sobre la citología:

¿Una citología duele?

No, es una técnica indolora cuyo proceso lleva unos cinco minutos. Si que puede resultar molesta, especialmente si la paciente no está relajada y contrae los músculos involuntariamente, pero no dolorosa. No se requieren cuidados posteriores.

¿Se puede hacer una citología durante la menstruación?

No se recomienda llevar a cabo esta prueba mientras la mujer está menstruando, ya que los resultados podrían malinterpretarse o no ser claros, y se debería repetir posteriormente.

¿Citología y embarazo?

Es recomendable realizar una revisión completa que incluya esta prueba diagnóstica para comprobar que todo está bien antes de empezar la búsqueda de embarazo, tanto de forma natural o mediante algún tratamiento de fertilidad.

En caso de necesitar realizarse una citología durante el embarazo, es importante saber que esta prueba no supone ningún riesgo.

¿Cuál es el precio de una citología?

La citología suele hacerse dentro de la revisión ginecológica anual, que en nuestra clínica tiene un coste de 150€. Si coges tu cita para la revisión en nuestra web, su precio se reduce a 140€. Además, pagando a través de PayPal, podrías fraccionar este importe en tres pagos.

Si necesitarás realizar únicamente la citología, ponte en contacto con nosotras y te informaremos.

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